Como soporte al gobierno corporativo, la base de operación cotidiana está representada por los procesos de negocio que fluyen a través de la organización y de sus áreas funcionales con un enfoque de logro de objetivos.
Los procesos de negocio representan actividades cronológicas y sistemáticas entrelazadas que parten de un detonante de la realidad económica y culminan en el logro de un objetivo. De esta forma tenemos, por ejemplo, que el proceso de ingresos parte de la necesidad de un tercero de adquirir un bien o servicio y termina en la realización del mismo (cobro) con un consecuente reconocimiento de ingresos y detonación de efectos fiscales, lo cual detona otros procesos como podría ser el de cumplimiento fiscal y el de servicio postventa.
Los procesos de negocio deben estar soportados por una estructura de control interno robusta, eficiente y flexible que elimine los riesgos, principalmente los de pérdida de activos, fraude, incumplimiento de leyes y reglamentos e incumplimiento de objetivos de incremento de valor de la organización. En este sentido, la estructura de control interno debe estar representada por herramientas de control asociadas a la administración y evaluación de riesgos de la organización, constituidas principalmente por políticas y procedimientos, manuales, sistemas de información tecnológicos y formatos estandarizados.
Los procesos de negocio deben ser flexibles, no burocráticos y con ciclos cortos siempre en cumplimiento de los objetivos del control interno.
Nuestros especialistas en procesos de negocio y estructuras de control proporcionan, entre otros servicios, los siguientes: